Texto enviado = Estimados hermanos de la secundaria quince, solo quiero poner en claro que el siguiente relato, no tiene por objeto ofender o hacer sentir mal a nadie; a estas alturas ya sabemos todos que la preferencia sexual solo es una condición humana, muy respetable sea cual fuere su orientación. En ese entendido reitero que las siguientes líneas solo tratan de recrear un poco las vivencias de aquellos padrísimos años en la secundaria.
Eterna Sonrisa 2ª. Parte
¡Es injusto!, me repetía al volver a mi lugar… ¿el Constantino traerá algo en contra de mi?.... estas ideas se me revolvían en la cabeza, a la vez que miraba la sonrisa de los Beatles, intensificadas por los destellos del forro de plástico que cubría la portada de mi cuaderno de historia, parecía que me decían "ya cálmate, solo DEJALO SER".
Apenas me senté y Andrés me dijo: haber wey ¿cuanto te saco el chispita?... no manches ocho?, si tu trabajo esta bien chingón… pues si wey… pero ni modo, hicimos enojar al Chispa y ya se esta desquitando, hay luego hablo bien con él, y que me diga que onda (efectivamente después hablamos y me subió a nueve diciendo: "eres buen muchacho Salgado pero tu puedes dar más, si así lo quieres"). La espinita me duró todo el día, aunque por momentos se me olvidaba, como cuando entró el maestro Eleuterio, en sus clases se respira una tensión muy especial, porque nadie sabía cuando estaba cotorreando y cuando hablaba en serio.
Era la clase de Química, y al frente tenemos "al Chivo", su barba parece una cascada de pelos que le cae sobre la camisa, te llaman la atención sus zapatos tipo alpinista que contrastan con un pantalón de casimir, y que regularmente lleva con residuos de lodo. Su sonrisa es la misma durante toda la clase, y eso nos preocupa, por que no sabemos en que plan viene, es como si entre dientes dijera ¡no saben lo que les espera!, aquella clase comenzó bromeando ejemplificando los diferentes tipos de enlace entre átomos, como si fueran parejas de novios, por aquello de que cargas diferentes se atraen y cargas iguales se repelen, el color del tema subía cuando llegábamos a los enlaces polivalentes, porque ya estábamos hablando de la bigamia y de los arems, así comenzaba el cotorreo, hasta que al Malafama se le ocurrió preguntarle: ¿entonces que tranza con las uniones entre jotos? (si son cargas iguales deben repelerse), el profe Eleuterio no perdió la sonrisa, y solo dijo: "compañero!
haga el favor de esperar afuera hasta que termine la clase", el contraste de la amable sonrisa con la tajante orden de que abandonara el salón, confundió al Malafama, haciéndolo titubear, como no sabiendo si se trataba de una broma o no, hasta que la gesticulación del chivo se transformaba en un rostro duro, acentuado por su tez morena y cabello y barba entrecanos, dando una orden seca… ¡¡Salga Ahora!!, ¿no oyó?, todo el grupo quedamos perplejos, enseguida con un sonrojo leve en el rostro, Ricardo se levantó diciéndonos, en voz poco audible: "ahí nos vemos voy al fresquesito".
Sonó el timbre, y con él llego un sentimiento de liberación, como preámbulo del descanso… apenas afuera del salón comentaba Joel -¡Que tranza con el chivo!, ¿se le vota la cuira gacho no?, Si wey no sabes cuando te la va a dejar caer –agregaba Andrés-, en esos momentos Ricardo con una gran sonrisa nos interceptaba, increpándole Joel enseguida: "tu también te manchaste pinche Malafama, como que, que onda con los jotos", -respondiendo Ricardo- pues si cabrón los maricones son cargas iguales y no se repelen, ¿no? –agrego irónicamente-… pues cada quien habla según le fue en la feria, algo sabrás Malafama, -le intrigaba en tono de burla Andrés-, ¡Hay pinche Richard y tan hombrecito que te veías wey! –irrumpió Joel cercando al Richard-, quien viéndose acorralado, solo pudo agregar: ¡hay! par de cabezones ya bájenle! o les parto su mandarina en gajos... ¡huy que miedo!, respondieron a lo que solo les pareció un intento de amenaza…
¡Salgado donde andas!, ¿he? (por algunos momentos perdí el hilo del "coto", pues esta ves si localice en dirección a la cooperativa, a la niña de primero que me gustaba), el azotòn en la bicla te afecto en serio wey, -me decía Ricardo-, no… bueno si… algo…, pero mas bien, lo que me tiene sacado de onda es que el Chispita, me haya calificado muy bajo, no se vale wey, -argumentaba tratando de disimular mi distracción-, ¡no Salgado! –me aconsejaba el Richard echándome el brazo al hombro-, lo que pasa es que tu le hechas mucha crema a tus tacos, te complicas demasiado la existencia, la cosa era nada más que resumieras y pegaras una que otra estampita y ya… (pues sí, ese era el estilo del "mala fama", directo y sin complicaciones), y por un momento al escucharlo me sentí tentado a contarle mi secreto, pero no lo hice, seguramente me hubiera obligado en ese momento a ir a halarle a la chavita, lo que hubiera sido terrible para mí, era demasiado tímido para una hazaña de tal magnit!
ud, además yo tenia mi propio estilo...
Apetecíamos una paleta helada, nos dirigimos al tumulto que siempre se hacía y apenas dejaba ver el refrigerador ubicado en un extremo del ala vieja de talleres, el calor impacientaba, tardaban en despacharnos… y… ¡¡sopas!!, no lo podía creer, venia acercándose a comprar algo para refrescarse la niña en cuestión, de inmediato busque la manera de desafanarme de la banda, sin que se dieran cuenta, trate de hacerme el loco buscando un hueco entre el tumulto, de tal forma que la interceptara, seria cuestión de unos cuatro pasos más a mi izquierda, ¡si era todo!… pero inesperadamente jalándome del brazo me decía Andrés, ¡ven wey! ¿de que sabor quieres la paleta?,… y ¡chin ya valió! –pensé-… mientras me despachaban la paleta, por un momento volteé, y ella con otras dos de sus compañeras, antes de llegar al puesto de helados, ya se habían detenido a conversar con otros amigos…
Tons que Salgado –alcance a medio oír-… he?... ¡si wey!, para la otra clase entre todos nos cotorreamos al Chivo, a ver si se atreve a castigarnos en bola -decía Joel-, ah…pues si wey, pero… que le decimos… que onda, -trate de contestar entrecortando frases y notablemente desorientado-, y enseguida rompió un: ¡¡hay pinche Salgado si que andas en la perpleja!!, ¡¡hoy no das una!!, ¿vedad?, no estas oyendo que si el chivo se pasa de lanza, y comienza con su desmoche, entre todos lo comenzamos a cotorrear, para que no se agarre a uno solo?… y como todo un buen médico brujo o adivino, de repente Andrés a tono de burla dijo: "este wey esta bien clavado con alguien", (¡hay wey!, sentí como si en ese momento me encueraran en medio del patio), e inmediatamente lo interrumpí, ¡ah no manches! no, ¿como crees?, les digo que me tiene sacado de onda lo de mi trabajo de historia, -contesté sintiéndome poco o nada convincente-, mientras tenía encima las miradas de los tres… Ricardo en tono!
divertido y a manera de confidencia, me interrogaba: ya despepita ¿qué morrita es?, -Joel y Andrés no perdían detalle- (nuevamente me sentí tentado a contar todo, pero ya conocía a esa bola de cabbrr.. y desistí de mi confidencia), por algunos momentos ya me había olvidado de la paleta, hasta que comenzó a derretirse en mi mano; agregando ya mas seguro: "no, en serio, ahorita en materia de romance ando en ceros", y Andrés dirigió su ataque en otra dirección, preguntándole a Joel, ¿oye Cuadros y que honda con tu ex?, como que quiere regresar ¿no?, Joel lo evadió, ¡hay ya vas comenzar a chingg otra vez con eso!...
El tiempo se comprime extraordinariamente en el descanso, nunca se alcanza a hacer todo lo planeado, nos falto como una hora más para armar bien el complot contra el Chivo, apenas si pudimos ponernos de acuerdo los de la flota, (como ya les conté yo andaba en otra frecuencia), quemamos lo que nos quedaba de tiempo para hablar con uno que otro valedor, pero teníamos que pactar ¡con todo el grupo!, son demasiadas energías para tan poco tiempo de receso…
Esta historia continuará…
Siempre quince
Hector Salgado Corona
Generacion 79 82
salgadoh966@hotmail.com
PD estimado Alberto este texto ya lo habia enviado a tu correo pero creo que no te llegò, lo vuelvo a enviar, GRACIAS, Un Abrazo.