Ricardo Gallegos Gen69-72 - Hijo de su padre (?!)
Hola Alberto.
Una vez me pasé el recreo discutiendo con mi amigo Alejandro Cornejo, pues el trataba de convencerme que la canción que en ese entonces me gustaba tanto (Hijo de mi padre") era una canción boba que al paso del tiempo ni quien se acordaría de ella. En cambio, la suya ("Caballo sin nombre" ) era una mejor canción que resistiría el paso de los años. El tiempo le dio la razón. "Caballo sin nombre" aun sigue sonando en la radio, mientras que "Hijo de mi padre" creo que solo yo la recuerdo. El caso es que después de esa discusión musicologica entramos a las dos o tres horas de taller de radio, que a mi me parecían dos o tres siglos. Como mi productividad en el taller era de lo mas bajo, minutos antes de que terminara la clase ya tenia listas mis cosas y estaba preparado para huir, mientras que Alejandro aun estaba limpiando terminales y soldando resistencias, así que intento apurarlo:
-Ya terminaste, caballo sin nombre? Y automáticamente contesto:
-Ya voy hijo de mi padre. Nos miramos un instante y soltamos la carcajada. Ambos sabíamos que jamás lo habría dicho con intención de ofenderme.Guardo muchos otros recuerdos de Alejandro, entre ellos el que ya una vez relaté de cuando un profesor me obligó a meterme al bote de basura. Ojala la vida me de un día la oportunidad de volverlo a ver.
Un abrazo.
Ricardo
ricardogallegoso@gmail.com
Una vez me pasé el recreo discutiendo con mi amigo Alejandro Cornejo, pues el trataba de convencerme que la canción que en ese entonces me gustaba tanto (Hijo de mi padre") era una canción boba que al paso del tiempo ni quien se acordaría de ella. En cambio, la suya ("Caballo sin nombre" ) era una mejor canción que resistiría el paso de los años. El tiempo le dio la razón. "Caballo sin nombre" aun sigue sonando en la radio, mientras que "Hijo de mi padre" creo que solo yo la recuerdo. El caso es que después de esa discusión musicologica entramos a las dos o tres horas de taller de radio, que a mi me parecían dos o tres siglos. Como mi productividad en el taller era de lo mas bajo, minutos antes de que terminara la clase ya tenia listas mis cosas y estaba preparado para huir, mientras que Alejandro aun estaba limpiando terminales y soldando resistencias, así que intento apurarlo:
-Ya terminaste, caballo sin nombre? Y automáticamente contesto:
-Ya voy hijo de mi padre. Nos miramos un instante y soltamos la carcajada. Ambos sabíamos que jamás lo habría dicho con intención de ofenderme.Guardo muchos otros recuerdos de Alejandro, entre ellos el que ya una vez relaté de cuando un profesor me obligó a meterme al bote de basura. Ojala la vida me de un día la oportunidad de volverlo a ver.
Un abrazo.
Ricardo
ricardogallegoso@gmail.com
posted by Secundaria 15 at 1:21 p.m.
ver 3 comentarios
