Laura Vera Reyero Gen66-68 - Recuerda a Tadeo de la Garza Domínguez Gen56-58 QEPD
TADEO DE LA GARZA DOMINGUEZ Gen56-58 QEPDTuve el privilegio de tenerlo como Maestro, digo "tenerlo" porque se entrego a nosotros sus alumnos; gracias a El nuestra clase de Mate era ansiada por todos, a Julieta Egurrola, Rosalina Ruiz y a mi.
A mi, me hizo entender Algebra. Recuerdo un dia que yo estaba inquieta dando mucha lata, me llamo al frente, me dicto una ecuacion y me reto a resolverla, todo el salon estaba espectante y cuchicheaban, yo voltee a ver los ojos del Maestro... angustiada, El, asintiendo me dijo:...."tu puedes, Vera"; acto seguido, me concentre de cara al pizarron y comence a desarollar el procedimiento sin parar....al final la respuesta era correcta, para asombro de todos incluida yo, que contemplaba el pizarron boquiabierta, el Maestro sacudiendo la cabeza conteniendo la risa, divertido... y de seguro satisfecho! de que yo hubiera tenido ese acierto como resultado de la confianza que me dio para no fallar,... mientras borraba el pizarron me senalaba el regreso a mi pupitre en tanto la clase entera me brinadaba un generoso aplauso entralegria y risas; El despues nos hizo alusion al hecho de cuanto valiamos todos como entes de capacidad e inteligencia, fue un memorable dia para esta humilde servidora; fue como aprender a nadar o a caminar con el apoyo del que sabe, te cuida y te ensena tomado de su mano.
En efecto, el Maestro Tadeo... inolvidable, constructor de personalidad, entrenador de cerebros, elegante, alto, joven, apuesto.
Una Joya mas de la Corona Imperial de la Gloriosa Secundaria 15.
Maestro, te seguiremos visitando en el arca de nuestros recuerdos mas valiosos y afortunados, ahi seguiras vivo en la memoria de quienes tuvimos el privilegio de recibir lo que tenias para dar.
Sinceramente,
Laura Alicia Vera Reyero
GEN - 66/68
lauravera54@yahoo.com.mx
posted by Secundaria 15 at 12:34 p.m.
3 Comments:
Gracias Laurita.
Siempre que escribes no puedo contestar de inmediato porque me haces pensar y eso es ¡un milagro!
Tu escrito es encantador y no hay día para recordar a un maestro; cualquiera es bueno.
Saludos.
Laura me has hecho traer a la memoria a algunos de mis maestros que casi no recordaba, cda que entro al blogg (por lo menos 10 veces al dia espero encontrar cosas como las que tu escribes, a mi en lo personal me encanta la descriptiva que manejan muchos acerca de las cosas que fueron comunes para mi en este caso nuestra escuela, me llevaste por cinco minutos a mi salon de clases y a mis viejos muros que fueron testigos de mis logros, alegrias, tristezas y desilusiones.
Un cordial abrazo a ti y a todos nuestros hermanos.
erick
Que tal Laura, en tu texto, tocas puntos muy importantes, que son los del del autoreconocimiento, la confianza en uno mismo, y el del pensamiento crítico, y es que muchas veces no nos damos cuenta de nuestras capacidades, si no como bien lo narras, hasta que nos vemos en la imperiosa necesidad de explotarlas, y un buen profesor como lo indicas, es el que te motiva e impulsa a ello, usando la mayéutica socrática, es decir, partiendo de la tesis de que muchos conocimientos o habilidades, ya las tenemos dentro de nuestra psique, y que solo es necesario extraerlas o, si me permites el término: "parirlas" (Sócrates se decía "Partero de Almas"), los buenos profesores como el que indicas, (que afortunadamente en la quice hubo y hay bastantes) para tal fin, solo utilizan un buen método para hacerlas surgir, y como bien indicas, un debate bien moderado es un exelente medio para extraer opiniones, contenerlas y conducirlas a una conclusón que deje satisfechos a todos (en nuestro querido México ¡que falta hace esto ahora!, ¿verdad?). Permíteme expresarte que que me encantó tu testimonio, pintas maravillosamente lo sucedido en esa clase de matemáticas, tu servidor, tuvo también la fortuna de tener, dentro y fuera de la "secu 15",profesores que te invitaban -incluso retaban-, a pensar por tí mismo, a ser crítico (en el buen sentido del termino), "a dudar" para despues "no dudar", recuerdo de manera especial a mis profesores de español, particularamente a la maestra Espejel, después de leer un texto, estaríamos estudiando a los autores españoles del "Siglo de las luces"(sería el segundo curso de Español), nos invitaba a dar nuestra opinión y hablar libremente, que expresaramos a nuestro saber y entender, sobre lo que nos había parecido el texto, si era de nuestro agrado, porque, en el caso contrario porque no nos había gustado, a mí me facinaban sus clases, por que uno se quedaba con el sabor y estilo de cada autor, y se entraba al facinante mundo de la literatura.
Un abrazo.
"Siempre quince".
Hector Salgado.
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