Recuerdo que mi maestra de Literatura en tercer año, fue la maestra Pérez y Soto. Esta Semana Santa he ido a visitar la Rotonda de las Personas Ilustres y ahí me he encontrado con varias sorpresas.
Dice la leyenda que en la tumba de Amado Nervo hay siempre (siempre) una rosa.
Me acerqué sin acordarme de la leyenda y... ¡Asombroso!
He aquí la foto... y la rosa.
Vaya en recuerdo de quien me enseñó a apreciar la poesía, la maestra Pérez y Soto.