Secundaria 15 Albert Einstein: Erick Argueta Generacion 83-86 - Deambulando por la ciudad
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sábado, junio 20, 2009

Erick Argueta Generacion 83-86 - Deambulando por la ciudad

Alberto antes que nada dejame comentar a toda la comunidad respecto a la perdida de la maestra Garfias que aunque no tuve el honor de conocerla se que es un icono importante en la historia de nuestra escuela y que cualquier homenaje que hagamos no sera suficiente para honrar la menoria de personajes como ella.


De momento me encuentro en nuestra amada ciudad, como sabes llevo años viviendo en la frontera sur de USA. Por razones de trabajo llevo ya tres semanas en el D.F. he podido reencontrarme con mis raices y he recuperado algo de mi propia identidad.

Escribi algo que quiero compartirles a todos

.
Deambulando por la ciudad…


Hoy después de varios años he vuelto a deambular por mi gran ciudad, hoy he regresado a los orígenes de mi propia vida, he recorrido las calles del barrio de Tacuba, aquella farmacia donde me metía a jugar en las maquinitas aun sigue allí. No podía dejar de ir a San Álvaro y sentarme un momento en una de las bancas del parque donde tantas cascaritas me avente en mi época de primaria, el taller de las bicicletas sigue allí, donde tantas veces le caímos con mi amigo Tomas a que nos inflara una llanta. Yo viví en Mar Mediterráneo #72 el viejo edificio sigue allí, cuantos recuerdos me traen esas paredes.

La calzada Mex-Tacuba a mi parecer es una de las más representativas de la cultura Chilanga. Los tacos que venden saliendo del metro Tacuba, gracias a ellos es que nunca me enfermo, creo que la inmunidad que adquirí al ser cliente frecuente es algo que ha librado a mi estomago de alguna que otra infección, porque tengo muy presente que allí caímos con mis cuates para el desempanze de una noche de caguamas.

Después de visitar mi vieja colonia, pues era de rigor el seguir por la calzada Tacuba hacia Popotla, tenia que hacer la parada en el parque de Cañitas y en lo que queda del árbol de la noche triste, quien puede olvidar que un loco alguna vez lo quemo y quiso acabar con un pedacito de historia, estoy seguro que el árbol donde di y me dieron mi primer beso sigue estando allí, no se si Rosalía mi primer novia lo recuerde pero yo lo llevo tan vivo como si hubiera sido ayer. En esas canchas de basquetbol libramos tantas batallas, las primeras fueron en una cascarita de básquet que generalmente acaba en bronca, no hay que olvidar la rivalidad que existía entre los Nagoyos y los de la 15, recuerdo que siempre acababan en bronca y descalabros, pero ganara quien ganara siempre se repetía la misma historia, algunas veces nosotros y otras ellos pero siempre había que contar con algunas bajas en ambos ejércitos.

Lo que mas trabajo me costo fue continuar hacia adelante y detenerme frente al colegio Militar, estacione mi auto justo en la entrada de mi amada escuela, me baje y me dirigí hacia las jardineras que están afuera del metro, ese era el punto de reunión de todos cuando nos quedábamos de ver para hacer algún trabajo en equipo en la casa de alguien, o cuando los fines de semana nos juntábamos para ir al cine, no sé ustedes pero nosotros éramos clientes asiduos de Plaza Galerías (hoy plaza de las estrellas), nos gustaba a todos ir para allá y pasar una tarde fabulosa. Después dirigí mis pasos a la entrada de la escuela, tenia planeado entrar pero mis pies se detuvieron justo frente a la entrada principal, me senté unos momentos en la bardita que esta afuera de la biblioteca y me puse a recordar, recordé nombres, recordé rostros, recordé tardes lluviosas como la que justamente se presentaba en ese momento.

Me pareció por un momento escuchar el silbato del chori anunciando que estaba a punto de cerrar la puerta de entrada y hasta vi. correr a uno que otro despistado que se le había hecho tarde, podría jurar que estaba allí parado el chori revisando la mata de los chavos y dando jalones lo cual era indicio de que había que ir a la peluquería, ya que en esos tiempos las estéticas eran para las señoras y los maricones (sin afán de ofender).

Así transcurrió un buen rato, no se que hora era, pero en eso llego una señora y me pregunto si sabia si estaba la trabajadora social, no se que cara tendría yo en ese momento, pero se me quedo viendo de una manera muy rara, al menos eso sentí, pero pensándolo bien el raro era yo, quizá tenia la cara de alguien que no esta en este mundo, la cara de alguien que había abandonado la realidad para transportarse por un momento a un mundo de cristal, aun mundo donde nadie mas puede entrar y me quede absorto en mis recuerdos, le conteste la verdad no se, ella me dijo: es que me mandaron un citatorio y pude ver de reojo el papel, no se parecía en nada a los que tantas veces me dieron a mi, si los hubiera juntado todos quizá hubiera juntado una lana al venderlos por kilo, antes los hacían en maquina de escribir en hojas de papel revolución no se si aun exista, el que ella traía venia en papel Bond e impreso por computadora, se sentó un momento junto a mi y me pregunto si estaba bien, a lo mejor tenia una lagrima a punto de salir, le dije si, también lo mandaron a llamar me pregunto y le dije: si señora recibí un llamado urgente de mis recuerdos, mis recuerdos me obligaron a venir el día de hoy y aquí estoy.
Ella sonrío y me regalo un kleenex, me hubiera gustado tomar una foto de esa imagen para compartirla con ustedes, pero así fue tal y como lo estoy platicando, tenia mas de 26 años de no pisar este suelo y allí estaba yo envuelto en una maraña de sentimientos, ideas y recuerdos. Ella me pregunto si podía ayudarme en algo, era una señora como de 45 años, le dije no solo que el estar hoy aquí es como reencontrarme con la época mas hermosa de mi vida, le conté que tenia tiempo viviendo fuera de la ciudad y que yo soy exalumno de la #15, creo que fue hasta entonces que entendió ella el porque estaba yo allí sentado en esa bardita, recorriendo con la mirada cada rincón de cada pared, cada arbusto, cada ventana. Ella me dijo que ella estudio en la 96 ya que no fue aceptada en la 15 pero que su hijo si estudiaba allí, me empezó a contar que era un buen muchacho, que era muy aplicado y llevaba buenas calificaciones, que iba en segundo año pero que su conducta era pésima, por un momento vi. reflejado el recuerdo de mi madre en ella, se veía entre molesta y triste le dije no se preocupe señora por muy latoso que sea su muchacho se va a componer, le empecé a contar brevemente mi historia, una historia como la de cualquier otro que estudio allí, le conté de que yo era viajero frecuente de la dirección de la escuela, le conté que varias veces estuve en el cuadro de honor y le platique del dolor que causaba a mis padres mi mala conducta, pero también le dije que a pesar de todo yo era un hombre de bien, que los valores que aprendí en esa escuela me habían hecho ser lo que soy, que por muy sombrío que se vea el futuro de su muchacho no tenia que preocuparse, ya que estaba en la mejor escuela del mundo, le conté que existe un blogg en donde se han reunido cualquier cantidad de personas que egresaron de esa gloriosa escuela, que todos tenemos algo en común y que por lo visto todos somos personas de bien.

Le dije que a diferencia de otras escuelas donde no existe historia, donde no existe contacto, donde no hay calidez humana entre sus egresados la nuestra es una escuela que esta construida sobre firmes cimientos, esta cimentada sobre valores, respeto, amor y entrega. Esta señora es una escuela formadora de valiosos mexicanos, donde no solo se imparte educación, se imparte muchas mas cosas, el chiste de todo es solamente quererlo asimilar.

La señora se despidió y tomo su citatorio y me dijo bueno señor que tenga buen día y gusto en haberlo conocido; igualmente le comente y se marcho, un impulso me hizo saltar y caminar varios pasos para decirle:
Oiga quiero pedirle un gran favor, ella se me quedo viendo a los ojos y me dijo si dígame: Le dije por favor hoy cuando su muchacho llegue a su casa por favor abrácelo, no lo regañe, no se que diablura haya hecho hoy, pero por favor déle un abrazo y dígale lo mucho que lo ama, dígale que todas sus esperanzas están puestas en el y dígale que espera que tome el camino correcto, dígale que por muy malas que sean las cosas que haya hecho o que vaya a hacer usted siempre será su madre y estará allí para apoyarlo y amarlo, no arregle esto a golpes se lo pido por favor y vea que es lo que sucede quizá se lleve una grata sorpresa y quizá exista un cambio positivo, ella me sonrío y me dijo lo voy a intentar…entonces le dije adiós y esta vez fue ella quien me llamo y me dijo, oiga: así le hacia su mama a usted?

Le respondí no señora, así me hubiera gustado que hubiera sido, jamás lo hizo y si lo hubiera hecho quizá las cosas hubieran sido un poquito diferentes.

Eche una última mirada al edificio, guardé todos los recuerdos que había sacado del bolsillo de mi memoria y me retiré. No tuve el valor de entrar y ni siquiera lo intente, me aleje en silencio, hay miedos y temores que aun no he podido vencer pero quizá con el tiempo…

Quizá con el tiempo.
erick1970@yahoo.com

3 Comments:

Anonymous Mastache said...

Felicidades mi querido Argueta.
Yo le hubiera llamado Introspección.
Pero la verdad es que lo que has escrito son Palabras Mayores.
¡Muchas musas de estas!
Un abrazo.

11:20 p.m.  
Blogger Erick A. said...

Gracias Alberto, sabes a veces a algunas personas nos cuesta trabajo rencontrarnos con nuestra pasado, tal es mi caso. A veces el remover los escombros de un pasado lastima nuestra propia realidad.
Un abrazo

Erick A.

8:50 a.m.  
Anonymous Anónimo said...

Yo tampoco he podido entrar a la secu después que de salí con mi certificado en compañía de mi mamá y con mi uniforme, quiza aguarde un buen momento para hacerlo, quizá nunca lo haga, puede ser lo mejor...

Siempre quince

Héctor Salgado Corona.

1:07 a.m.  

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