JESUS FRANCISCO CALVILLO VAZQUEZ Gen67-70 - Una reseña histórica
Impactante para mì fuè vivir el año de 1968 como estudiante de secundaria en una zona aledaña a las instalaciones del Politècnico Nacional (el casco de Santo Tomàs), el Hospital Rubèn Leñero y la Calzada Mèxico Tacuba, paso casi obligatorio de los autobuses repletos de estudiantes que iban o venìan del centro de la ciudad gritando consignas, o ambulancias con heridos que llegaban o salìan del Hospital de la Cruz Verde; y las calles que llevaban al Deportivo Plan Sexenal", o las que rodeaban el àrea del Hospital Leñero y de la Mujer , la Escuela de Medicina del IPN, la Vocacional 6 y que desde mì perspectiva en el aula que ocupaba el grupo 22-V veìa repleta de tanquetas y de soldados, llegando el momento incluso, en que se nos impedìa, por la maestra Garfias la salida de la secundaria sino salìamos con un adulto, ya fuera el papà o mamà de uno mismo o de un compañero, todo con el fin de proteger nuestra integridad. Fueron momentos cruciales en mì vida y estoy seguro que en la de muchos otr@s de mis compañer@s. Ese año nos marcò cìvica y socialmente. No dudo ni un poco que este año del 68 fuè un parteaguas en nuestras vidas, y a partir de entonces fuìmos màs solidarios entre nosotros como habitantes de la gran ciudad de Mèxico (y de otras partes del paìs por supuesto) contra el abuso del poder, contra la intolerancia, contra la violencia, y se tendiò la mano al màs necesitado. Se hizo una ciudadanìa màs crìtica. Situacion màs evidente durante los sismos de 1985. Tengo en la memoria, aunque vaga, muchos momentos de mì vida como estudiante en nuestra secundaria y reitero que fuì agraciado por recibir los servicios de nuestro gran pueblo de Mèxico y en el caso de la secundaria , por la comunidad israelì, que me permitieron llegar a ser mèdico y especialista en anestesiologìa, profesiòn que aùn ejerzo en el IMSS, pero tambièn conozco egresados de nuestra secundaria como Josè Rivera Cedeño, licenciado en comunicaciòn gràfica, quien radica en Guadalajara y mì gran amigo de toda la vida, al Dr. Andres Ramìrez Garcìa, Mèdico con especialidad en Medicina Critica o de cuidados intensivos y que tambièn trabaja en el IMSS en Guadalajara y aunque no fuè de mì generaciòn , sì fuè ex-alumno de la 15 al Dr. Juan Rodrìguez Vazquez, mèdico con especialidad en cirugìa (La estudio en el Hosp Adolfo Lòpez Mateos ISSSTE Mèxico)que fuè mì compañero de turno en el IMSS y que desafortunadamente falleciò de un problema cardìaco en el 2006, y a quien quisiera colocaran en el espacio dedicado IN MEMORIAM. Ojalà pudieran contactarme algunos compañeros que me recordaran, saber de ellos y que francamente de muchos no me acuerdo por sus nombres exactos y algunos solo los recuerdo por su sobrenombre, desafortunadamente, o por un solo apellido o por su nombre propio solamente.
calvillo1955@hotmail.com
2 Comments:
¡Enorme Reseña Dr.!
Mil gracias.
En pocas líneas nos das la visión más completa de lo que es la Secundaria 15, su historia y su cultura, que yo haya leído.
La Escuela te lo agradece y te cubrirá con su magia acercándote a tus amigos próximamente.
Queremos más….
Un abrazo.
MI SUÉTER GUINDA
Por Agustín Zerón
En mi mente y en mi corazón llevo aún el uniforme cuasi-militar con suéter guinda que vestí en una época de trasformaciones físicas, emocionales e intelectuales.
Haber estudiado en la Secundaria 15 Albert Einstein fue en un momento histórico que guardo profundamente en un cajón de mis pensamientos y serán recuerdos difíciles de olvidar; tal como fue la inauguración de las obras para la construcción de la línea 2 del Metro, los sucesos del 2 de octubre de 1968, y Halconazo en el Jueves de Corpus en el 10 de junio de 1971, sucesos dignos para ser incluidos en las mismas clases de historia con la motivadora Maestra Rosita Mejía y su galán maestro “el Pollo”.
En esa época también nos tocó ver las obras del edifico nuevo y la emotiva inauguración de los talleres con la presencia de importantes personalidades encabezadas por el Sr. Max Schein acompañadas entre otros por Miguel Alemán Velasco, Jacobo Zabludowsky, sin faltar el animador Raúl Velasco quien no dejó de hacernos su tradicional señal “aún hay más”…
Ese mismo día y mejor que nunca, (bajo la dirección de la maestra Isolda y Monterrubio) cantamos entre otras, la hiper-ensayada
HATIKVA:
Kol od balevav p´nima
Nefesh Iehudi omia
Ulfaatei mizraj kadima
Ain letzion tzofia
Od lo avda tikvatenu
Hatikva bat shnot alpaim
Lihiot am jofshi beartzeinu
Eretz Tzion v'Yrushalaim
Pero un hecho que verdaderamente dejó huella en mi espíritu, fue haber conocido y estrechado la mano de Hans Albert Einstein (1904-1973) quién amablemente me dejó más que un autógrafo en la hoja de mi cuaderno, junto con una palmada en la espalda con mi suéter color guinda, justo cuando entregamos a la Secundaria 15 una obra hecha de plastilina en el taller de Artes Plásticas sobre una armadura que los compañeros del taller de Estructuras Metálicas nos habían preparado. En ese “pesado proyecto” pasamos inspiradoras horas frente a las fotografías del magnánimo Genio ALBERT EINSTEIN junto con mis protectores amigos Eduardo Izaguirre y Alejandro Monje Marmolejo y el maestro Manjarrés.
Como olvidar las clases de física con la maestra Colín de ojos tan bonitos, con la contrastante mirada dominante del maestro Uribe (del taller de Mecánica Automotriz), o las clases de matebrúticas con el apacible maestro Fernando Peniche. Y ni olvidar las tremendas reprimendas de la Directora Hilda Garfias de Gyves junto a todos los temidos reportes en papel amarillo para el cajón del kardex.
“!Porca miseria”!, ya no recuerdo el nombre de nuestro castrense maestro de civismo; ¿será Oppenheimer o Alzheimer?
Buenos recuerdos de muchos compañeros y lindas compañeritas (Elvira Villa Martínez, Lolis Gutiérrez, Male Contreras, Irma Martell, Patty Miranda y mi prima María Elena Carranza Pacheco, entre muchas otras más).
Recuerdo muy bien hasta el “viejito de las bolas” del jardín del frente, que por tres pesos nos dejaba brincar la reja para salirnos de pinta. Saltarse por la barda de atrás, aparte que era más alta, resultaba nauseabundo por el mordaz olor de los cerdos de nuestros vecinos.
Recuerdo también a mis maestras de inglés con el tradicional saludo “good morning boys and girls” y la pronta respuesta al coro unísono “GOOD MORNINGGGG MISS OCHOAAAA!!!”. Never forget the reprimands of my beloved and cosmopolitan teacher Miss Rivacoba, inconfundible por su colorida cabellera, verde o azul sin faltar alguna vez el favorito tono de mi suéter guinda.
A la memoria de mis compañeros y entrañables amigos
Patty Bermúdez y Miguel Leonel Carranza Pacheco (Miki)
Ciudad de México a 1 de Marzo, 2008
Prof. Dr. Agustín Zerón
zeron@periodontologia.com
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