Gisela Rosales Gen52/54 - Desde Querétaro

¡Hola, Alberto! ¿Cómo estás? Espero que bien.
Yo, aquí disfrutando de la hermosa ciudad de
Querétaro. ¿Me permites que te cuente una parte
de su historia?

Cuando vienes por carretera a Querétaro, recordarás
que casi llegando a la ciudad hay una estatua de
un indígena que te “da la bienvenida”, bueno pues
él fue uno de los fundadores de la ciudad, hace unos
475 años. Su nombre era Conin. A la llegada de
los españoles, él sirvió de enlace para lograr que los
chichimecas y otomíes depusieran las armas. Por ese
“servicio” los españoles le ofrecieron una buena cantidad
de propiedades (casas y terrenos), aunque él debería
convertirse a la religión católica. Él aceptó y su nombre
católico fue Fernando de Tapia. Al pasar los años su
nieta quiso ser monja; entonces, Diego de Tapia (hijo
de Fernando) donó unos terrenos para la construcción
del Convento de Santa Clara, que fue la primera Orden
religiosa de mujeres en Querétaro.

¿Qué te parece lo de este Sr. Fernando? Como que el
asunto de las “concertasesiones” nos viene de mucho
tiempo atrás, ¿no crees?

Bueno, hasta la próxima.

Saludos cordiales,

Gisela