Erick Argueta Generacion 83-86 - Aventura en el metro
Como en alguna ocasion ya les habia platicado, yo vivia en el metro portales asi es que para llegar a la secundaria tenia que chutarme casi toda la linea dos del metro, me sabia de memoria el orden de las estaciones y el trayecto en tiempo exacto que habia entre cada una de ellas.
Entre las travesuras que mas nos gustaba hacer a un amigo y a mi era la de meternos a la cabina del convoy, veran fue en Segundo mas o menos cuando un compañero empezo a tomar la misma direccion que yo, casi todo mundo agarraba el metro en direccion a Tacuba y yo tenia que tomar hacia tasqueña, el enano era mi amigo fiel de mil batallas, juntos hicimos cosas inimaginables, entonces agarramos como deporte extremo el introducirnos en la cabina trasera del convoy del metro, para hacer esto habia que tener cualidades, ya que se debe de subir justo en el momento en que el operador del convoy cierra las puertas para que no se de cuenta de que alguien se subio y muchas veces hay que meterse con el tren en movimiento, ademas de que hay que esperar a que venga un convoy que traiga la puerta de la cabina abierta, es decir, tiene su chiste y riesgo, pero a los catorce años no existe nada demasiado peligroso que un aventurero como yo no pudiera hacer.
Aquella noche ya habiamos dejado pasar dos trenes porque no llegaba el bueno y de repente vimos que llego uno con la puerta de la cabina abierta, el operador cerro las puertas de los vagones y el enano avento su mochila por delante y yo la mia y que nos metemos a la cabina, generalmente haciamos esto:
Llegabamos a Hidalgo y alli ambos nos bajabamos.
Orgullosos de haber logrado la hazaña nos dirigiamos a comprar una torta de jamon de las que venden adentro del metro o unas donas o churros (no se si aun las vendan hace mas de 15 años que no me subo al metro)
Despues cada quien a su casa.
Esa noche yo como que presentia que algo iba a pasar, nos acomodamos en la cabina y al enano se le ocurrio cerrar la puerta ya que muchas veces los jefes de estacion andaban en los andenes y nos podian ver, cuando ibamos saliendo de revolucion intente abrir la puerta pero oh sorpresa, no se abria, estaba cerrada con llave, de momento intentamos abrirla pero despues ya nos dio el miedo cuando vimos que era imposible, la pateamos, la golpeamos, le hablamos bonito es mas hasta nos hincamos pero ni asi, y empezamos a recorrer estaciones, y nadie se daba cuenta que estabamos encerrados y de repente el panico se hizo presente, no se que pasaba por nuestras cabezas en ese momento pero ya estabamos muy asustados, de pronto me di cuenta que ya andabamos por nativitas y que en portales me debia de bajar, el enano ni se diga ya se habia pasado un monton de estaciones y ya estaba llorando y muy espantado, llegamos a tasqueña y alli seguiamos, no sabia yo que iba a ocurrir con nosotros, quiza estabamos condenados a morir en esa cabina, y que tal si nadie se daba cuenta de que estabamos alli? y que tal si guardaban el convoy y no lo sacaban hasta semanas despues con nuestros cadaveres dentro? (bueno a esa edad la imaginacion no tiene limites) mi mente era un torbellino de ideas, entonces llegamos a tasqueña y el convoy se siguio de largo, llego la cabina donde estabamos al final del anden y se acerco un operador con la llave en la mano y se metio, entonces nos hicimos hasta el fondo y nos dijo: Chamacos cabrones que hacen aqui, estabamos bien asustados y le dijimos que nos habiamos quedado encerrados, entonces prendio un monton de foquitos del tablero y el convoy empezo a avanzar con nosotros tres adentro, tomo el microfono del radiocomunicador y hable en claves medio raras con no se quien, el convoy llego hasta la parte delantera del anden y llegaron unos polis, parecia un megaoperativo antisecuestro, eran como cinco polis fuertemente armados contra dos chamacos pichurrientos, hoy me acuerdo y me da risa pero aquel dia estaba miandome de miedo, total que nos llevaron a la oficina del jefe de estacion y me preguntaron el numero tel de mi casa, obviamente yo no se los di les dije que no tenia telefono y este me quiso asustar quesque me iban a llevar a la delegacion y que como le iba a avisar a mis papas, la verdad simpre he tenido la sangre fria y no les dije nada, antes muertom que soplon y menos rajarme eso nunca, el enano era un poco mas debil, luego luego les dio su tel y que le llaman a su mama, entonces el señor le dijo lo que pasaba, su madre no se que habra dicho el caso es que nos tuvieron como 10 minutos alli y luego nos dijeron ya vayanse.
Salimos como alma que lleve el Diablo, yo llegue mas rapido a mi casa y tenia una hora de retraso ya que simpre llegaba a las 9 de la noche y esa vez llegue a las diez, mis papas ya estaban enojados y preocupados, les dije que se descompuso el metro y no hubo bronca, aunque mi mama casi me cacha porque segun ella estaba muy palido, hasta me reviso y me dijo que si me habia peleado con alguien (ese era mi pasatiempo favorito).
Conmigo hasta allli llego la bronca, al enano no le fue tan bien, al otro dia lo vi raro, y mas cuando en el descanso nos pusimos a jugar tochito, como algunos recordaran es tochito tocado y cuando alguien tocaba al enano daba unos gritos… pero cuando asegure mi teoria fue en educacion fisica, no pudo hacer ni una sentadilla y fue hasta entonces que me dijo que su mama estaba de buenas y por eso solo le pego con el cable de la grabadora pero que para la otra le iba a ir peor, en la torre pense, de la que me salve yo a mi me daban con la manguera de la lavadora si bien me iba.
Paso como un mes y seguiamos tomando el metro a la misma hora en la misma direccion, dejamos de hacer tonterias hasta que un dia le dije al enano mira…viene abierta!
Lo demas lo pueden imaginar
Erick
Dedicado al enano (espero que hayas crecido en estatura, ya que como ser humano eras un gigante)
SaludosErick
2 Comments:
Gracias Erick.
Nos hiciste sufrir.
A lo mejor ahora deberías de escribir sobre el enano.
Sí, la verdad ya nos tienes en ascuas sobre ese misterioso personaje.
Un abrazo.
¡¡Que buen puntacho mi buen Erick!!, siempre viviendo al borde del límite, una película con tus vivencias sería muy entretenida, magnífica historia, nos estas mal acostumbrando.
Siempre quince.
Héctor Salgado Corona.
Publicar un comentario
<< Home