Secundaria 15 Albert Einstein: Hector Salgado Corona Gen79-82 - Una historia para el Día de San Valentín
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sábado, febrero 14, 2009

Hector Salgado Corona Gen79-82 - Una historia para el Día de San Valentín


¡hola queridísima comunidad de la 15, estimado Alberto, espero que todos se encuentren bien, envio un relato y dibujo espero que los disfruten.


Espero que este relato no tarde en publicarse mucho, lo envio el mismo 14 de febrero, anexo un dibujo, espero los disfruten, ¡Feliz día del Amor y la Amistad! y como diría la PROFECO, "REGALE AFECTO NO LO COMPRE"
En esta noche clara de inquietos luceros….

En vacaciones la flota de la quince (Andrés, Joel, Ricardo y Héctor) frecuentábamos bastante la casa de Andrés, en la Colonia Pensil, generalmente ahí era nuestro punto de reunión, en ese lugar comenzaba la planeación de nuestras actividades, para andar todo el día de pata de perro, después de la casa de Andrés continuábamos por Mariano Escobedo, pasábamos por la casa de Joel, para dirigirnos hasta Cuitlahuac a la casa de nuestra compañera Nashelly que vivia en Mar Mediterraneo (si era algo así como la visita de las siete casas), después íbamos a echar retas a las canchas del parque de Popotla, generalmente terminábamos regresando a la casa de Andrés, organizando un tocho en la calle, así toreando coches, el ovoide volaba de una banqueta otra, a veces rozando los cables de luz, éramos una especie de calamidad, y un peligro para la seguridad pública, las señoras que transitaban con su bolsa de mandado apresuraban su paso para no ser impactadas por el balón que nos lanzábamos de un extremo de la calle al otro, ¡¡¡cuidado!!! cuando se nos escurría de entre las manos, daba una suerte de botes, ¡¡¡que aguas!!! lo mismo nos podía impactaba en el “bajo vientre”, que le podía pegar a cualquier incauto que transitara en “nuestro campo de entrenamiento”, a veces el tocho se prolongaba demasiado tiempo.

Yo no sabía porque, y mi duda se crecía, al notar una mirada de complicidad entre Joel y Andrés, ¿qué se traerían estos dos?... …bueno al fin y acabo que importaba, nos divertíamos horrores, de repente Andrés le decía a Joel: “¡ahí esta wey!, ¿ya ves? siempre sale a esta hora”, dirigiendo su mirada hacia la entrada del edificio de departamentos, y sin perder de vista a una chava de larga cabellera negra, Joel agregaba: “vente wey vamos a toparla”, ¡ah! Entonces quedaba claro todo, esos tochitos en la calle tan prolongados y precisamente enfrente de la casa de Andrés, tenían como objetivo esperar a que saliera a un mandado la dueña del cucharon de Andrés, entonces con Ricardo quedábamos al margen de la “ofensiva” dirigida por Joel, como dos alas abiertos sin recibir pase alguno, solo preguntándonos ¿bueno y tendrá una hermana? (Ricardo puede contestar esa pregunta).

Cierto día se me ocurrió llevar mi guitarra, que fue nuestra compañera en aquella vez, (era algo complicado “llevarla” –digo la guitarra- por todos los lugares que frecuentábamos cuidando que no se nos fuera a maltratar, -insisto LA GUITARRA), al final de nuestras andanzas en la calle, Andrés de repente se vio iluminado y me dijo: “oye Salgado…. ¿y si le llevamos serenata a Carmen? (creo que asÍ se llama no recuerdo bien su nombre); no se si quede impresionado o admirado por la propuesta tan inesperada de Andrés, o por su fe siega en nosotros (ese si es un buen amigo ¿no?), digo, no éramos precisamente lo Niños Cantores de Viena. En fin nos pareció buena idea a todos, y comenzó el gran y único ensayo, en la casa de Andrés (pobres de sus papas), recuerdo que conseguimos un cancionero de la Rondalla de Saltillo, ¡¡¡nommbre los Beatles se quedaban cortos!!!, que Paul, John, George y Ringo ni que nada…, Andrés, Joel, Ricardo y Héctor, EN VIVO Y EN DIRECTO, pero… ¡chinnn….. la primera bronca! no sabía afinar la guitarra (apenas estaba aprendiendo a tocar), entonces recordé un truco que me enseñó el señor al que le compraba las cuerdas, que consiste en descolgar el auricular de un teléfono y el tuuuuuuuuuuuuuu, que se escuha equivale a la nota LA con la que afinas la quinta cuerda, y de ahí afinas las demás, y pues manos a la obra, comencé…, toinnng, toinnnnnnng, toinnnnnnnnnng, toinnnnnnnnnnng, hasta que bueno parece que ya quedó, y comenzó el ensayo.

Las horas avanzaban y comenzó el nerviosismo, y una vez terminado el ensayo (que fue puro desmaddddd….piiiiiiiiiiiiiiiii (censura) ahí en la sala de la casa del buen Andrés nos inspirábamos, escuchando baladas románticas de Jose José, del Che Diego Verdaguer, (a Andrés le Gustaba una rola de él que se llamaba “La Ladrona”), una rola que en lo particular me llegaba mucho a mí era la de “Este terco Corazón” del Álbum “Íntimamente” de Emmanuel , que ya la tenia medio ensayada, y que escuchamos en el estereo, y pues…….. por fin “llegó la hora”……

Serian como las once de la noche (¡¡hay que guamisa me esperaba en la casa!!), salimos los cuatro del departamento de Andrés, (su bien amada vivía en el mismo edificio):

…(Héctor) ¡ora pinch……Joel no empujes!…

(Joel) jejejejeje,

(Ricardo) oigan cabrnns quiero hacer pipi …

(Andres) Sssshhhiiiiiiiiii, ¡¡cállense weyes!!, ¡¡se va dar cuenta!!,

Bueno, después de mas “linduras” que nos dijimos, llegamos a un tragaluz frente a una ventana, se podía ver el cielo azul que en lo particular me inspiró, así entre las sombras de algunas macetas con plantas dispuestas debajo de la ventana, sonó una solitaria guitarra, y comenzamos con voces trémulas: “…EN ESTA NOCHE CLARA DE INQUIETOS LUCEROOOOS, LO QUE YO TE QUIERO TE VENGO A DECIIIIR…” algunos acordes no me los aprendía bien y Ricardo que me detenía el cancionero se movía mucho ocasionando que me equivocara algunas veces, y ¡¡oh maravilla¡¡, se enciende la luz de la ventana, y enseguida una sombra se dibujo detrás de la cortina ¡¡oh que alivio!! era Carmen, ( la neta tenia miedo que se asomara el recién estrenado suegro de Andrés, y nos pegara una buena corrediza, o mínimo que nos arrojaran una cubetada con agua fría, pero nada de eso pasó), siguieron otras tres rolas, y al final Andrés que ya me había escuchado cantar la rola de “Este Terco Corazón” me pidió que la cantara, y pues enmarcado por la noche de mi ronco pecho salio: “…HA PASADO MUCHO TIEMPO MUCHO TIEMPO….PERO ESTE TERCO CORAZÓN NO TE OLVIDA, NO TE OLVIDA…”.

Carmen no salió como esperábamos y nos retiramos, yo en friega a la casa por que la tranquiza que me estaba esperando efectivamente NO SE ME IVA A OLVIDAR.

Como es evidente en lo que resto de las vacaciones ya no vi a la flota de la quince, púes estuve castigado bastante tiempo, incluso sin poder hablar por teléfono, después Andrés me platicaría que al día siguiente se hicieron novios con Carmen, y … “Caray me sentí muy bien.” ¡¡¡Fui una especie de Cupido para mi amigo Andrés!!!… sin embargo la historia continuó, pero eso ya le correspondería contarla al buen Andrés.

(Andrés González Peralta un fortísimo abrazo mi hermano)

Siempre quince.

Héctor Salgado Corona
salgadoh966@hotmail.com

5 Comments:

Blogger Erick A. said...

No cabe duda que no son los mismos tiempos, las maneras de conquistar a una mujer hoy son tan diferentes y no quiero decir con esto que este bien o mal como son las cosas hoy en dia, simplemente las todo cambia de una manera vertiginosa, casi nadie escribe un poema, cada vez son menos las serenatas y dificilmente alguien regala una rosa.

Quiero recalcar que tengo 38 años, aun no me considero senil, pero este tipo de historias debian de ser conocidas por nuestros hijos y futuras generaciones, quiza se pueda rescatar aun algo de las viejas tecnicas de conquistar el corazon de una dama.


Como siempre agradezco a nuestro amigo Hector que nos deleite con sus historias que por unos minutos me lleva a mis epocas de puberto. Tenemos tanto en comun sera porque compartimos los mismos ladrillos de aquella vieja escuela.

Un abrazo

Erick Argueta

9:54 a.m.  
Anonymous Anónimo said...

Muy oportuno y muy bueno Héctor.
Gracias..
Un abrazo.

3:25 p.m.  
Anonymous Anónimo said...

No saben que gusto me da compartir con ustedes esos momentos tan padres y maravillosos de mi vida, llenos de aventuras,y que al compartirlos de alguna manera nos identifiquemos, son recuerdos que atesoro conforme avanza el tiempo, como dice una canción de Pablo Milanés, de título "Cuanto Gané, Cuanto Perdí" que precisamente habla de esos recuerdos entrañables, de la infancia y la adolecencia, preguntándose "...Donde estarán los amigos de ayer, la novia fiel que siempre dije amar...", contestandose que siempre retornaran endulzando el presente, pues así los conservo y ahora los comparto.

Ciertamente Erick, es triste ver como se han perdido ciertas costumbres como el dar serenatas, los chavos de hoy como que las ven muy cursis, y como que las nuevas generaciones andan en otros rollos, ¿pero sabes?, siempre hay una esperanza, el pasado sábado catorce de febrero, cuando estaba escribiendo la historia, se me acerco mi hijo mayor Alejandro (el metalero), y se puso a leer lo que llevaba avanzado (casi lo estaba terminando) y me miro de una manera muy especial y sonrrió, y le conte esa anecdota con todos sus pormenores, y le gusto, con esto quiero decir que no todo esta perdido, porque quizá los jovenes de ahora, tengan otra manera de manifestar sus sentimientos, pero la esencia es la misma, los jóvenes siguen enamorándose.

Alberto, una vez más, te agradezco el espacio, y muchas felicidades por le Blog, cada vez que lo checo esta mas enriquecido, en hora buena.

Un fuerte abrazo.

Siempre quince

Héctor Salgado Corona.

7:31 p.m.  
Anonymous Anónimo said...

Saben una cosa amigos,yo no estoy deacuerdo esta vez con lo que opinan de las nuevas generaciones,aún hay chavos y chavas chapados a la antigüa,que regalan rosas,que escriben poemas y que dan serenatas,lo que sucede es que no es la mayoría pero el amor es y siempre será el mismo y las conquistas también.Porque el amor no cambia y por eso aún existen canciones romanticotas y niños vendiendo rosa afuera de las peñas o lugares en donde los enamorados se refugian para alimentar ese amor,también cuando hay proposiciones de matrimonio,el amor hace su aparición junto con las técnicas clásicas para conquistar a la pareja.Así que no todo está perdido,lo que sucede es que no es común.
Por otra parte,te felicito Héctor por tu excelente redacción,me he disfrutado mucho de tus aventuras,creo que tienes muchas historias que deben ser contadas y te animo a que sigas compartiéndolas con todos nosotros,tus ávidos lectores.Vuela un cariñoso saludo para ti.

8:09 p.m.  
Anonymous Anónimo said...

Hola Rosy, ¡que gusto saludarte por este medio!.
Estoy totalmente de acuerdo con tu comentario, afortunadamente hoy en día, hay chavos que todavía regalan flores y gustan de la música romántica, yo mismo fui un ejemplo de ello, digo en ese entonces cuando era chavo de secu, a persar de que me gustaba el Rock en todas sus divisiones, también disfrutaba de la musica de trova como la de Guadalupe Trigo, Juan Salvador, Silvio Rodriguez, Amaury Perez, Pablo Milanés, del bolero, que es esa mezcla tan padre que se da entre la música cubana y yucateca, asi como de las baladas románticas digamos más comerciales, como lo que interpretaban José José y Emmanuel, en aquellas lunas (¡uh!), y por lo demás voy a seguir hurgando en el "baul de los recuerdos" a ver que más me encuentro, muchímimas gracias por tus palabras, y es un gustazo compartir este espacio contigo.

¡Un gran abrazo!

Siempre quince.

Héctor Salgado Corona

11:11 a.m.  

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