Sergio Escobedo Gen66-68 - El dia que Albert Einstein visitó la Secundaria 15
La semana pasada visite la biblioteca de la ciudad donde vivo. Cansado de leer en tiempo virtual y con movimientos de electrons, decidido a leer en tiempo real y sujetando paginas de celulosa, me adentre a la seccion de ciencia localizada en el ultimo piso del edificio. Sin estar seguro cual libro seleccionar fui al area de biografias y encontre un libro sobre la vida de Albert Einstein. El libro, mas una version humanistic de la vida del cientifico que una rese~na de sus haza~nas en el mundo de la ciencia, desperto un recuerdo que ha permanecido en mi desde los dias en que asisti a la Secundaria y que deseo relatar con todas las limitaciones que el paso del tiempo impone y con todas los sesgos atribuibles a un alumno de segundo de secundaria en la ya lejana decada de los ‘60s.
Este evento singular en la vida de la escuela -y la mia propia-, occurrio una ma~nana de 1967, no recuerdo el mes y recuerdo menos el dia, pero recuerdo que hacia un poco de frio, invierno quiza de aquellas generaciones cuando el calendario escolar empataba el calendario annual: comienzo en enero/febrero final en noviembre/diciembre. Dias antes, la Direccion de la Escuela informo que el Dr. Albert Einstein nos visitaria y hablaria a los alumnos desde donde los directores normalemente hablaban arengan a los alumnos, al menos eso fue lo que yo entendi y esa fue la impresion con la que fui al evento junto con mis compa~neros de grupo.
Despues de unos momentos de espera en el patio –yo me encontraba en la parte delantera del grupo- la maestra Garfias se coloco frente al microfono, tomo la palabra e hizo la presentacion correspondiente del ilustre visitante. Yo esperaba ver a una persona de edad, con el pelo todo blanco y al aire en la clasica imagen que todos tenemos del sabio judio-aleman, tal y como lo retrata el busto a la entrada de la escuela; quiza verlo con su sweter agujerado y fumando; sin lentes y sonriendo, quiza algo irreverente, como si dentro de si: o sonriera con su auditorio, o continuara, irrespectivamente de la muchachada, con su singular curiosidad por la naturaleza que lo rodeaba.
Pero no, el personaje enfrente de nosotros no se parecia en nada a la persona que imaginabamos: frente a nosotros un hombre relativamente joven (ciertamente no un anciano), con lentes, pulcramente arregalado; vestido en traje formal y corbata como algunos de los maestros que nos daban clase: el profesor Estopier de Civismo, el maestro Tadeo de la Garza matematicas, o el maestro de estructuras metalicas recientemente incorporado a la planta de profesores cuyo nombre el tiempo me ha robado.
No recuerdo nada de lo que dijo en su platica en esa ocacion el Dr. Einstein: quiza fue el ingles un tanto quebrado por su fuerte acento germanico, quiza la traduccion al espa~nol me hizo perder el mensaje o quiza era el inmaduro estudiante que no podia alcanzar a comprender la relevancia que para su vida adquiriria el momento.
Al terminarse la platica los grupos fueron despedidos y regresamos a los salones a continuar con las labors regulares. En la tarde me entere que el ponente no era el famoso fisico Albert Einstein sino su hijo Albert Einstein Jr.
Con este recuerdo, procedi a leer el libro seleccionado en donde se refieren al mayor de sus hijos como: "Hans Albert Einstein (1904-1973), el primer hijo de Mileva Maric y Albert Einstein, un papel dificil que Hans manejo siempre con dignidad. Estudio ingenieria en el Politecnico de Zurich; casado con Freida Knecht (1895-1958) en 1927. Tuvieron dos hijos, Bernard (1930 - ) y Klaus (1932
– 1938) y una hija adoptive Evelyn(1941 - ). Imigro a los EEUU en 1938 y se vuelve professor de ingenieria hidraulica en Berkely California. Despues de la muerte de Frida se casa con Elizabeth Roboz (1904 – 1995) en 1959. Bernard tiene cinco hijos: los unicos nietos conocidos de Albert Einstein.Asi fue como en una ma~nana ligeramente fria de mi incipiente juventud, mi amigo Juan Carlos ("Zorry") Zorrilla me aclaro que fue el hijo de Albert Einstein quien nos hablo; yo le conteste, insitiendo: "No, fue Albert Einstein el que nos hablo".
"La vida es como viajar en bicicleta:
Para mantener el balance hay que seguir adelante".
Albert Einstein (Padre).
PD: si algunos de los compa~neros recuerda algo de esta presentacion dada por H. Albert Einstein Jr. me daria gusto escuchar sus comentarios.
Sergio Escobedo (66-68) sergio.escobedo@gmail.com
1 Comments:
Mil gracias Sergio.
Hace tiempo que nos conocemos por estos mundos cibernéticos, pero no sabía que guardabas esta joya en tu mente.
Ya estás publicado.
Seguro que le abres el apetito a alguien que también vivó esa experiencia.
Un abrazo.
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