Secundaria 15 Albert Einstein: Hector Salgado Corona Gen79-82 - ANECDOTA DEL DIABLO
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lunes, enero 12, 2009

Hector Salgado Corona Gen79-82 - ANECDOTA DEL DIABLO

Hola querida comunidad de la quince, la chamba me ha obligado a desatender un poco este Blog, pero siempre estoy pendiente de él, estimado Alberto mando una anécdota del "Diablo", que habia quedado como comentario a un texto del buen Erick, quien no la haya leido espero que la disfrute:

"...Erikc me hiciste recordar una anécdota, que sucedió primer año de la “secu” un día que un compañero que le decíamos “el diablo” (era bien cotorro “el compa” porque era muy delgadito, muy blanco, con unas pequeñas cejas muy negras estilo arcos de “Mac Donald´s”, de cara muy angulosa, acompañada de un sonrisa estilo Guazón, por lo que el mote de “el diablo” le quedaba que ni mandado hacer, bueno “el diablo llevo” una baraja, no precisamente con el Rey de espadas, el As de oros, etc., etc., ¿verdad?… sino con una serie de reinas y princesas, como ¡¡¡dios las trajo al mundooo!!!, nommbre… pues ahí la dichosa baraja combinada con un ataque hormonal masivo ocasionaron un tremendo despapaye.

Todo comenzó en las primeras horas de clase mientras esperábamos al “Mister” de inglés, que frecuentemente llegaba tarde, por lo que ciertamente ya “lo teníamos medido”, y todo el salón estábamos en un receso, entiéndase “cada quien en su cotorreo”, entre todos “el diablo” y Fonseca (le decíamos el “tripaseca”) guardaban una “actitud sospechosa”, Fonseca con su banca inclinada casi apunto de caer, invadiendo totalmente la banca “del diablo”, que le mostraba no se que cosa, ellos se sentaban en el área de los “desma…papayosos” “mátalas callando”, es decir, para cotorrear a gusto se sentaban de en medio del salón para atrás, pero no hasta atrás, así en zona estratégica camuflageados entre los serios y los desma…papayosos declarados.

De repente se dejaron oír fuertes expresiones como: ¡hay gue..! ¡en la mad!…, a ver deja ver esa…. ¡no mm! piiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii (entra aquí toda la censura)…, así los compañeros de la frontera inmediata y próxima al diablo y Fonseca, les comenzó a llamar la atención y también empezaron a fisgonear, poco a poco, desatándose inmediatamente “UNA REACCION EN CADENA”, pues el diablo perdió totalmente el control de su secreto, ya que le comenzaron a agandayar las barajas, se las arrebataron de las manos e inmediatamente comenzaron a circular por todo el salón, algunos al verlas se les botaban los “oclayos” y se sonrojaban inmediatamente, otros como si fueran estampitas del álbum elegían una favorita y se la guardaban inmediatamente, a mi me llegaron dos, ¡¡Huy ¡!..., ¡espléndidas! no sabía que hacer con ellas, el bien y el mal comenzaron una feroz batalla en mi conciencia, el bien me decía “Hectorín ¡devuelve inmediatamente esas barajas! El mal me decía: “No seas …piiiiiiiiiiiii (censura) ¡quédatelas, total “el diablo” (mi compañero, no el otro) tiene muchas y ni las va a extrañar! y ¿quien le va a decir que tu las tienes?.

Bueno el bullicio de un cotorreo “normal”, se transformó en un santiamén en ¡un total alboroto!, las hormonas comenzaron a hacer su trabajo, y al cotizarse las barajas de las reinas “mejor dotadas”, “mas sanas” y “menos inhibidas” éstas comenzaron a ser disputadas por varios fervientes admiradores (devotísimos pues), de manera que varios compañeros se corretearon por todo el salón arrebatándose las “preseas doradas”, ningún obstáculo como una silla, banca, morral, compañero o compañera, era suficiente para impedirles el camino para conseguir el “objeto preciado”, entonces volaron libros y cuadernos quedando en el suelo como vestigio de la feroz persecución, hasta que “el diablo”, tratando de recuperar a toda costa su baraja completa, se topo con un obstáculo que no pudo superar... dicho obstáculo portaba un traje azul claro, corbata a rayas, bigote y cabello castaño obscuro, y llevaba sujeto un portafolio negro, ¡si en efecto, casi atropella al “Ticher” de inglés!, por lo que las cejas "Mac Donald´s" del diablo, se arquearon hacia los lados de sus ojos, en una de mueca de ¡ya me llevo la chin…Piiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii (censura), pues el “Ticher” de por sí ya nos traía en salsa.

El mencionado “Ticher” inmediatamente se dio cuenta que algunos teníamos en las manos las “preseas doradas” que en ese momento dejaron de ser “preseas doradas” para convertirse “en el cuerpo del delito” (como cambian las cosas de un momento a otro ¿no?), yo todo despistado, pués tardó un poquito en caerme el veinte, ya que en mi mente todavía se peleaban el bien y el mal, fui sorprendido con las barajas en la mano (es decir me agarraro con las manos en la masa, no me refiero a "volúmenes", ya que solo tenía en mi poder dichas fotografías); todo el grupo enmudeció, y algunos comenzaron a levantar los libros y cuadernos tirados, como tratando de remediar en algo la penosa situación.

El Ticher comenzó a recoger todas las barajas, amenazando con llamar a nuestros padres, si no las entregábamos en ese momento, pues iba a revisar todas las mochilas, a mi me dolió en el alma deshacerme de las “preseas doradas” convertidas ya en “cuerpo del delito”, pues “el mal” iba ganando la batalla en mi conciencia, pero nada más de pensar que mi jefa fuera citada en la dirección y la balconeada que me iban a dar ahí, diciéndole a la “autora de mis días” que su chamaco fue sorprendido con imágenes que atentaban contra el “pudor” “la moral” y las “buenas costumbres”, pudo más y entregué las cartas, el “Ticher” hasta eso se porto buena onda, y no levantó ningún reporte (hasta donde yo recuerdo, en caso contrario si alguno de los que estuvieron presentes en esos acontecimientos, recuerda lo contrario, por favor corríjame), solo se concretó realizar una llamada de atención en general y a recordarnos el respeto que les debíamos a nuestras compañeras ahí presentes, lo que es bien cierto…Así las cosas el gran balconeado fue “el diablo” (creo que se llama Daniel) donde quiera que estes un afectuosísimo saludo y un fortísimo abrazo, mi diablo..."

Un abrazo

Siempre quince

Héctor Salgado Corona.
salgadoh966@hotmail.com
PD. Por cierto creo que el “Ticher” se quedo con toda la baraja del “Diablo”.

5 Comments:

Anonymous Anónimo said...

¡Feliz 2009 Héctor!

Gracias por la historia tan interesante y que nos deja preguntas sin resolver…
¿Qué hubiera pasado si eso sucede en mi Gen?
Nos hubieran fusilado atrás de los talleres, ¡ipso facto! Con un letrero que diría “¡Cochinos!”
Pero el mayor secreto es el que parece que quisieras guardar…¿Quién era el “ticher”?
Para la Araña Peluda….
Un abrazo.

3:24 p.m.  
Anonymous Anónimo said...

Nunca entenderé el morbo masculino,supongo que es porque soy mujer.Sin embrago me divertí mucho con tu relato.Saludos queridos excompañeros calenturientos,besos y abrazos para ti Héctor.

7:46 p.m.  
Anonymous Anónimo said...

Hola querida comunidad de la quince, antes que nada como ya lo mencioné, rescate este comentario, con el único ánimo de divertir un poquito, y lo que pasó por aquellos lejanos años, digamos que es parte de la naturaleza humana, el relato es ciertamente chusco (o trata de serlo), pero lo que me impulsó a escrbirlo es un poco la nostalgia de recordar a amigos que por años estaban perdidos en algún lugar recóndito de la memoria, y que de repente algo te hace recordarlos, como me sucedio al encontrar en mi memoria al excompañero quince "El Diablo", e igualmente compañera anónima parece que el relato cumplio en algo su cometido, que es provocar alguna sonrisa, también besos y abrazos.

Mi buen Alberto, espero que te encuentres bien, y a saber por lo que dices, dejame comentarte que en tu generación si que eran estrictos, eso del fusilamiento, pues solo mi general Villa, ¡imagínate si hubiera sucedido en tiempos de la santa inquisición!, ¡¡¡LA TATEMADOTA QUE NOS ESPERABA!!!.

En relación al TICHER que tuvimos en primero de secundaria, no es ningún misterio, la verdad es que no recuerdo su nombre, y creo que no termino el año escolar con nosotros, mas bien parece que no trabajó mucho tiempo en la secu, por que ya no supimos de él, lo poco que recuerdo de él, es lo serio que nos parecía, fue muy estricto, y le gustaba mucho usar un traje azul claro, que precisamente llevaba puesto aquel memorable dia de euforia hormonal.

Un afectuoso abrazo

Siempre quince

Héctor Salgado Corona.

1:13 a.m.  
Anonymous Anónimo said...

Oye Héctor yo creo que el profe al quedarse con las cartas decidió poner su busines de pornografía pues a la mejor le pagaban más no crees tú?....jejeje!!
Por cierto,el comentario que quedó como anónimo es mío,soy Rocío Gabriela pero no supe registrar bien mi nombre en el comentario,como sea, un saludo nuevamente para tí Héctor;)

8:28 p.m.  
Anonymous Anónimo said...

ja ja... si Rosy, tienes razón, es probable al Ticher , le haya ido mejor en el negocio que dices.

Saludos.

Siempre quince

Héctor Salgado Corona

1:33 a.m.  

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