Jaime Ceballos Gonzalez Gen76-79 - Vacía su Disco Duro
Antes de empezar a sacar los triques de mi cabeza quisiera agradecerles sus correos y mensajes. Me da gusto saber que están bien. Percibo por el contenido de sus correos que son gente muy positiva y que va para adelante, desde entonces (secundaria) sabía que no me decepcionarían.
Ahora sí allí les van una serie de datos como me fui acordando a ver que les parece. No espero que se acuerden de todo pero de lo que si felicidades por su buena memoria.
Espero se acuerden del yogurt Chambourcy, de los cassettes Memorex, los Sony o incluso los Ampex , de los chismógrafos que no me llegaron, de los cigarros Baronet o Del Prado, cuando una chica (Lucía Méndez) decía en un comercial “pues se la presto”, de Burger boy, la cancioncita: “Estaban los tomatitos muy contentitos…”, Del Kid Acero y Dr. Drago que movían un brazo al presionar su espalda, de la expresión “Guau ¡Esto no sabe a jugo de tomate!”, o de la canción “Quisiera al mundo yo enseñar…” , o del slogan “Si necesita un servicio bancario venga a verme”, de las casetas telefónicas de “burbuja” de Telmex, del “¡Recuerdame!”, y que tal los cuadernos 2001, las primeras mochilas Adidas, cuando no había controles remoto para la tele, de las bicis vagabundo, y que onda con los zapatos exorcista de la Canada, y no olvidemos la marca Luxus, los juguetes Plastimarx, las vaquitas Wong, cuando se tenía que marcar con el dial del teléfono, las marcas de juguetes Jugarama o Lili Ledy, los Burbusoda, de los juegos de “carreterita” pintadas el calle y donde estaban los pozos o cárcel (eran tres empujoncitos en cada turno ¿te acuerdas?), los Bubble gum, del Sr. Barrios Gómez y sus cincomentarios, cuando el Pilón fue marca registrada, cuando la ropa sucia en la cubeta hacía chaca chaca, cuando las fichas de refresco usaban corcho, o cuando las Halls tenían “frescura de altura” (un ingles volador ¿esposo de Mary Poppins?), del villano reventón, del insecticida que tenia un representante que se “hacía chiquito”, cuando a los teléfonos públicos se les echaba un “veinte”, y de los antiguos billetes (que les decían canelos a los de a 100 que tenían a Miguel Hidalgo y azules a los de 50 con la imagen de Vicente Guerrero), de cuando los bancos funcionaban de 9 a 12 (y no dependían del “sistema”), de las cámaras con 4 flash de “cuadrito”, del hotel Continental y Olga, cuando la gasolina costaba $1.20, Los muñequitos de Hanna-Barbera que salían en los Twinkies, así como los álbums de estampas que nunca completaba uno, cuando las bombas despachadoras de gasolina era de números que giraban, de los delfines y ballenas (transporte público) ah y de los tranvías (al menos el de Calzada de Guadalupe yo me subí), y en las tiendas incluso las departamentales el precio se marcaba entero en la caja registradora (a veces la etiqueta estaba doble o triple pues el precio había cambiado y en casa se tenía que revisar el ticket), del Boletrónico, de las principales estaciones de radio, de los juegos de americano con balón de hule y que la jugada terminaba cuando te decían “tocado” y te tocaban las pompas, de que los negocios duraban casi toda una vida, de Genaro y Rogelio Moreno, y como olvidar el “pásala si no te quemas”, y de que “Raleigh es el cigarro”, o que tal el jabón que “Es para hombres pero a las mujeres nos encanta”, cuando la “secadora” de la lavadora eran los rodillos, y para el cuidado del cabello Herbal Essences, y es radio del coche era AM y con botones para avance del dial (agujita)entre estaciones, y que casi todos los coches tenían descansabrazo y palanca de velocidades al volante, de que podías identificar a un jugador con equipo y duraban mucho tiempo con él, del shampoo Selsun azul con canción y baile del tata, de cuando una chica con capa bailaba la canción que decía más o menos así “Soy de naranja soy Mirinda…”, de que algunas teles eran en blanco y negro, de una cerveza que se llamaba Brisa, de la Criada bien criada, de los juegos tradicionales: yoyo, trompo, tacón, bolillo, resortera, beisbol con el pie (en mi caso las bases eran las coladeras), quemados, encantados, bote, escondidillas, resorte, avión, guerra (y luego gritaban stop), basta, “jaguayuspi” (piedra, papel o tijeras), de los intercambios de regalos en el grupo, de cómo negociabas el permiso para ir a una fiesta o al cine, los juegos de canicas (cocol u hoyito) y de las frases “pinta tu raya”, “altas desde sus rodillas”, “encuartado” y “pelas” entre otros y terminabas con una “roncha de canicas o con dinero (del cocol) , de los amig@s y novi@s que tuviste en la secundaria, de cuando a veces el trolebús prendía un foquito para que empujaras la puerta y pudieras bajar, de cuando no había ejes viales, de las antiguas rutas de camiones (el colonias urbanas por ejemplo que pasaba en Cuitláhuac), de los patines de ruedas metálicas que se ponían con una llave y bajo los zapatos, de las avalanchas caseras (una tabla y dos pares de ruedas controladas por un mecate), de el juego de “la hojita verde” o “de la media” (el olvidarla te ponía en peligro de recibir un golpe, normalmente en la espalda), además los gatos para cambiar la llanta eran verticales y se agarraban de la defensa ¡de metal! del coche, y de los juegos eternos de Turista mundial, de las plumas Parker, de que casi nunca te acababas las plumas más bien se te perdían, de los “rifles” que lanzaban fichas con una liga, de las bolas traca traca (como dolían cuando te pegabas con ellas), te acuerdas del juego del parque llamado el volantín (aguas si no te agarrabas fuerte) y de las estatuas de animales en los parques públicos (¿para que tenían un hoyo en la panza?), y que tal de las coleadas, y ¿que te mandaban de lunch? (no me digas que torta de plátano), y de que el descanso de 20 minutos de la secundaria parecía de 10, del tamaño y peso de tu mochila en día que no tuvieras taller, del Viewmaster y como tus hermanitos te doblaban las rueditas con las fotos, de los posters (yo tuve el de Farrah y de la mujer maravilla entre otros), de los juegos de Superbowl de 77 a 80 (Steel Power), de los jeans que obviamente los primeros fueron los Levi´s pero después le siguieron los Sergio Valente y Jordache los cuales tenían unos diseños muy padres en las bolsas traseras y también estaban los Sasson y Calvin Klein por cierto esto me recuerda a Brooke Shields otra contemporánea de ella era la modelo Cheryl Tieggs otra que apareció en muchos posters fue Heater Thomas y cambiando de tema otra marca de cigarros eran los Delicados (ovalados y sin filtro) de esos que nada más mi abuelito se aguantaba, de cuando empezaban artistas como Juan Gabriel y Alex Lora con el Three souls in my mind, de cuando no se pedía Halloween o triqui triqui sino “calaverita” la cual se hacía con una caja de cartón con hoyos que parecían ojos, naríz y boca, luego le ponías una vela prendida y una ranura para introducir las monedas que te daban, cuando había festival OTI y siempre en domingo (guacala), de las cápsulas de cantinflas show y de los telerín, de las revistas y comics de marvel como el hombre araña y superman por ejemplo, del programa 60 minutos con Juan Ruiz Healy, y también Lecumberri era una prisión, de los discos LP de 33 y de 45 RPM, de que solo había tres líneas del metro, del programa de chicas deportistas: “ritmo vital” para despertar los domingos temprano, de los coches de 8 cilindros (LTD, Lincon, Montecarlo, Cordoba y Magnum por ejemplo), cuando las tareas no eran para toda la tarde, de Nadia Comaneci, de las monedas los pesos de Hidalgo los tostones de Guerrero, los veintes de la pirámide del sol y los quintos de Josefa, de la moda de zapatos suecos, de las consolas donde ponías tus discos, de las carpetitas que ponían las abuelitas en los muebles de la casa, de los peseros que eran autos grandes y que forraban los asientos con plástico y para acabarla se tenían que salir algunos pasajeros para que bajara el que venía hasta el otros lado, de que el parque con juegos mecánico por excelencia era la feria de Chapultepec, de las largas filas para el cine en fechas de estreno, de lo bonita y tranquila que era la Zona Rosa, de cuando la Diana estaba en Mariano Escobedo en la glorieta de los hongos, cuando casi no había “plazas” yo me acuerdo de plaza Universidad y Satélite, cuando los coches no se les tenía que poner alarma ni bastón, de negocios que ya casi no existen como: carbonerías (petróleo) y pulquerías de cuando las patrullas y uniformes de la policía eran azules (les decíamos pitufos), de cuando nos amenazaban con que ya venía el maestro, prefecto o peor aún el director, de cuando los salones de nuestra secundaria solo tenían ventanas en unos de sus muros, de cuando algún lugar estaba “lejos” tardábamos entre media o tres cuartos de hora en llegar, de las tareas en casa de algún compañero, de que aprendiste más gracias al maestro que en ese momento odiabas, de los gandallitas que llegaban a la hora de la salida para ver a las compañeras guapas, de las broncas que a veces se generaban incluso entre chamacos de diferentes secundarias, de cuando sabritas solo tenían cuatro o cinco productos (papas clásicas, ruffles, doritos, churrumais y sabritones), de los conejos de chocolate, de unas tiritas de dulce que se llamaban lasitos, de los perfumes y desodorantes Old Spice e English leather, de la revista Teleguía, de cómo a vaces pegabas tus plumas negra y roja con diurex para que no se perdieran y estuvieran todo el tiempo contigo, del Tío Gamboín, de que el boleto del metro costaba 20 centavos, de que tenías que ir a la biblioteca para hacer un trabajo de investigación, de los juguetes de cuerda, de los audífonos tamaño jumbo (como dos mitades de naranja), de las pilar RayOvac (en el comercial la princesa estaba triste por que su radio ya no suena), de que los trabajos se hacían en máquina de escribir (y que las correcciones se veían horribles), de las copias fotostáticas que tenían un olor muy fuerte (y que ahora comprobamos que no son eternas), de que para ilustrar tus tareas tenías que comprar estampitas, de que en la primaria te invitaban a comprar unos cuadritos para que pegaras en tu cartilla del ahorro, de que para entrara a hacer tu examen a la 15 tenías que hacer una fila que a veces duraba días, que tus papás a veces te aplicaban un correctivo corporal para que “entendieras” y funcionaba, que casi no te fuiste de pinta, de que no había piratería ni computadoras ni videojuegos y por lo tanto jugabas con tus juguetes y/o amigos y tenías que usar tu imaginación y tu cuerpo (si hacías ejercicio), y por cierto te dejaban salir sin preocuparse de que te secuestraran, de que a la salida estaba el Sr. de los helados o de los raspados y chicharrones, de que casi no había transporte escolar, de que si un juguete, aparato electrodoméstico de casa o componente del coche se podían arreglar a un precio económico, los aparatos de sonido no generaban tanta potencia como para molestar a los vecinos, de que te dejaban ir a la casa de tu amig@ siempre y cuando avisaras y de cómo te atendía la mamá de tu amig@, de que ahora requieres de más tiempo para recorrer las mismas distancias, del arte de hacer palomitas se hacían en un recipiente con aceite y se tenían que sacar del fuego un artito y luego volverlas a poner a que se terminaran de hacer, de que tenías que darle cuerda a tu reloj si no se paraba, de que te podías estacionar en Chapultepec (o Polanco), de que muchos compañeros entrenaban el aguiluchos en el Plan sexenal, de que casi no existían “viene viene” o valets parking, de que comprabas principalmente en centros comerciales o tiendas establecidas, que casi todo lo que comprabas te duraba o era de mediana a buena calidad, de que querías ser mayor para tener más libertad (si como no, ve como estás ahora), de que las modas vienen y van, que casi siempre al comparar prefieres lo que fue o como era, de que lo más importante es lo que has vivido no lo que has acumulado, en fin ahora si creo que me volé la barda con esta desempolvada que le dí a mi disco duro.
Creo que han recordado más con estas palabras que con las imágenes o canciones que les he enviado anteriormente. Estoy seguro que compartirán estos recuerdos con alguien y se reirán o quizá surja una lágrima. Después de todo la vida es así con sus altas y sus bajas.
Me gustó mucho recordar con Ustedes (por que en estos recuerdos Ustedes están allí,)
Nos comunicamos después…
Prof. Jaime Ceballos González
2 Comments:
Ya estás publicado mi Jimmy.
http://secundaria15.blogspot.com/
Más que un vaciado de tu Disco Duro es un completísimo vaciado de la cultura de esa época.
Fantástico.
Gracias y un abrazo.
Felicitaciones porque veo que tu disco duro está intacto! Con tu relato he recordado casi el 90% de lo que mencionas y me siento vieja,porque cuánto ha cambiado en sólo 42 años!Uy,cómo pasa el tiempo!
Te felicito y te envio un beso por este invento de hombre blanco.Saludos desde California.
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